Viajar a bordo de un crucero por el Ártico es mucho más que disfrutar de unas simples vacaciones, sino que es una experiencia única donde el confort, la tranquilidad y la belleza natural de los paisajes se entrelazan en perfecta armonía. Frente a las rutas turísticas más concurridas, estos cruceros destacan por tener lugar en barcos de menor tamaño, con un ambiente más íntimo, elegante y relajado.
Aquí no hay prisas ni aglomeraciones, sino una atención mucho más personalizada, opciones de alta gastronomía y servicios a medida. Todo está pensado para ofrecer una experiencia de lujo inolvidable. Además, el tamaño reducido de estos barcos permite acceder a puertos poco transitados, mucho más naturales y auténticos, que conservan intactas sus tradiciones y todos los rasgos originales de su cultura, sin estar adulterados para acercarlos a los gustos de los turistas.
Pero también pueden atracar en ciudades más conocidas, por lo que este tipo de cruceros de lujo, que puedes reservar a través de nuestro buscador de cruceros CrucerosLujo.travel, son capaces de encontrar un punto medio entre los lugares más turísticos y los más exóticos y desconocidos. Entre los destinos más impactantes para este tipo de viaje destaca sin duda el norte de Europa. Y es que hay muchas cosas que ver en los fiordos noruegos y mucho que ver en Islandia. Y estos dos territorios con paisajes de otro mundo, perfectos para dejarse sorprender desde la cubierta de un crucero de lujo por el Ártico, así como en sus magníficas excursiones a tierra.
¿Qué ver en Islandia en un crucero por el Ártico?
Situada entre Europa y América del Norte, Islandia es una isla fascinante, moldeada por la fuerza de la naturaleza. Sus paisajes son contradicción casi poética, ya que el fuego y el hielo conviven en un territorio donde la actividad volcánica convive en algunos de los glaciares más grandes del planeta. Hacer escala en Islandia dentro de un crucero por el Ártico te permite descubrir tanto la animada vida cotidiana de su capital como algunos de sus rincones naturales más salvajes y puros.
Reykjavik, la capital más al norte del mundo
Reykjavik es, sin lugar a dudas, el punto de partida ideal por el que deberías empezar a conocer esta magnífica isla. A pesar de ser una capital, en realidad no es demasiado grande, por lo que se considera un lugar bastante tranquilo y acogedor. Te recomendamos comenzar tu visita por la Hallgrímskirkja, una impresionante iglesia de más de 74 metros de altura cuya arquitectura está inspirada en las formaciones de basalto tan propias de la región.
En el Puerto Viejo, podrás ver las antiguas casetas de madera donde los pescadores islandeses iniciaban sus jornadas, hoy transformadas en pequeños restaurantes con mucho encanto. Ahora bien, también te recomendamos perderte por las calles comerciales de Laugavegur, Skólavörðustígur o Austurstræti, y visitar lugares como la plaza Austurvóllur o el lago Tjörnin. Reykiavik es uno de esos lugares acogedores que disfrutar con calma y tranquilidad.
La Laguna Azul, un imprescindible que puedes ver en Islandia
Uno de los destinos más conocidos del país es la Blue Lagoon, una piscina natural de aguas termales rica en minerales y con un inconfundible color azul. A pesar de que las aguas de la región suelen ser siempre bastante frías, la actividad volcánica de esta laguna hace que sumergirse en sus aguas sea una experiencia profundamente relajante y terapéutica. Sin duda, uno de esos lugares que tienes que visitar, al menos, una vez en la vida.
El Valle de los Géiseres: pura energía volcánica
Si estás buscando algo más impactante, te recomendamos que no te pierdas el Valle de los Géiseres, donde podrás presenciar cómo la tierra lanza agua hirviendo y vapor a decenas de metros de altura. En Strokkur, uno de los más famosos, las erupciones suceden cada 5-10 minutos, y no dudamos de que te sorprenderá ver columnas de agua y vapor alcanzando unos 30 metros de altura.
Glaciares, ballenas y auroras boreales
Islandia también está cubierta en más de un 10 % por glaciares, como el Vatnajökull, el más grande de Europa. Desde el barco o en excursiones organizadas, podrás también avistar ballenas o ver de cerca los simpáticos frailecillos. Y si tienes suerte y viajas entre septiembre y marzo, tal vez tengas la oportunidad de ver las auroras boreales desde la cubierta del crucero o mientras tomas un baño en la Laguna Azul o paseas por las calles de Reikiavik.
Los fiordos noruegos: la naturaleza salvaje en estado puro
La otra gran joya que puedes encontrar al viajar en un crucero Ártico son los fiordos noruegos, considerados entre los paisajes más impresionantes del mundo. Rutas que se adentran por valles profundos rodeados de montañas escarpadas, bosques impresionantes y pequeños pueblos con mucho encanto. Estos lugares no únicamente desprenden una gran belleza, también ofrecen sensaciones de paz y de tranquilidad y son parte indisoluble de la historia y de la cultura de estas tierras del norte.
Descubre Nordfjordeid en un crucero por el ártico
Nordfjordeid es uno de los destinos más fascinantes de Noruega que puedes descubrir en un crucero por el ártico. Desde aquí, una de las mejores cosas que ver en los fiordos noruegos es, sin duda, el glaciar Briksdalen. Ahora bien, también puedes perderte en su entorno natural, caminar por unos impresionantes senderos entre lagos y cascadas, o descubrir el barrio antiguo de Eidsgata. También te recomendamos entrar en el centro de Sagastad, un museo donde podrás conocer datos muy interesantes sobre los vikingos que habitaron estas tierras.
Leknes: un paraíso en las islas Lofoten
Este pueblo costero, ubicado en las espectaculares islas Lofoten, es un lugar que parece sacado de una postal. Sus casas de colores, sus montañas nevadas y sus fiordos crean un escenario perfecto para caminatas inolvidables. Si tienes suerte, durante tu visita podrás observar una de las célebres auroras boreales del norte de Noruega, especialmente, al caer el sol.
Tromsø: cultura y modernidad al norte del Círculo Polar
Tromsø es una ciudad pequeña pero no tiene ningún desperdicio. Allí te recomendamos que no te pierdas su Catedral del Ártico, el Museo Polar o el teleférico que sube al monte Storsteinen, desde donde disfrutar de unas vistas espectaculares de los paisajes de los fiordos noruegos. En invierno, este es, sin lugar a dudas, uno de los mejores lugares del mundo para ver auroras boreales en el norte de Europa.
Skarsvåg: el pueblo más septentrional del planeta
Por último, en el extremo norte del continente, se encuentra Skarsvåg, el pueblo más septentrional de toda Europa y ubicado en la pequeña isla de Magerøya, que destaca por sus bellos paisajes nevados de tundra e impresionantes acantilados entre los fiordos. Aquí puedes visitar la Casa de la Navidad y del invierno, degustar platos típicos o hacer una ruta de senderismo hasta la montaña de Kirkeporten, con vistas al mítico acantilado de Cabo Norte. La belleza del lugar y su atmósfera tranquila lo convierten en una parada muy especial.
En definitiva, podemos decir que viajar en un crucero de lujo por Islandia y los fiordos noruegos es casi como abrir la puerta a otro mundo: un mundo de naturaleza salvaje, de contemplación, un universo puro, desbordante de luz invernal, de sabores delicados, de momentos que no tenemos ninguna duda que serán muy difíciles de olvidar. No lo dudes: el norte de Europa te espera. ¿A qué esperas para reservar el crucero por el ártico que estás buscando para visitar Islandia y los fiordos noruegos de la mano de compañías navieras como Princess Cruises Cunard o Celebrity Cruises, entre otras?
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